viernes, 17 de octubre de 2014

El día que pasó tan bueno

Antigua entrada que quedará sepulta por la tierra del aire.
Puerta al reino de abajo.
Socavón del ánimo donde entrará el arqueólogo.
Escrito que se inicia en la última línea
que resiste hasta el parte de batalla
contar los vivos y deducir los muertos
territorios ganados o perdidos
las armas disponibles
y los víveres, sobre todo los víveres.
Ya sé que el boletinero anotará medio saco de harina
esos garbanzos que donó el almacenero
los choclos de doña Guzmán
y nada más. Por eso
habrá que cazar otra vez, y pedir, con la humildad del peregrino
y la sonrisa de la fe.
Sí, y luego del potaje de garbanzos que salió tan bueno
el equipo conversa.
Somos seis, y por tanto múltiplos de tres y de dos
dice el matemático, y el arquitecto estamos en los cimientos
y el refranero agrega que el nutriente
a más del rancho, viene de la mente.
Así comenzamos a recordar el día que pasó.


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